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El mar Mediterráneo y los ciudadanos de la región requieren una atención especial por parte de la UE  

El ponente del Comité Europeo de las Regiones pide a la UE que demuestre «valentía» y «determinación» trabajando con los gobiernos subnacionales como parte de su estrategia
para la vecindad meridional.

La Unión Europea debe hacer de la mejora de la salud del mar Mediterráneo una de las prioridades de su cooperación con los países vecinos meridionales: así lo afirma el Comité Europeo de las Regiones (CDR) en sus recomendaciones, a la vez que elogia a la UE por situar al emprendimiento juvenil en un lugar central en su nueva estrategia para la región.

Las recomendaciones, aprobadas por el CDR el 30 de junio, aportan una perspectiva local y regional a la estrategia revisada de la UE para la región mediterránea, que se acordó en abril de 2021 y destaca la necesidad de aumentar el crecimiento económico y crear empleo. En febrero de 2021 , y en el marco de la nueva Agenda para el Mediterráneo, la Unión Europea también anunció un  Plan Económico y de Inversión para los países vecinos meridionales para apoyar doce iniciativas emblemáticas centradas en la resiliencia y el desarrollo económico.

Vincenzo Bianco (IT/PSE), concejal de Catania y ponente del Dictamen Asociación renovada con los países vecinos meridionales – Una nueva Agenda para el Mediterráneo , afirmó: «En muchas cuestiones importantes, desde el medio ambiente hasta la seguridad, desde las políticas juveniles hasta la protección de los derechos, desde la migración hasta la movilidad, la relación entre la UE y el Mediterráneo resulta fundamental para el equilibrio económico, social, humanitario y de seguridad de nuestros países. La renovada atención prestada por la Unión a sus vecinos meridionales constituye un factor positivo, pero no es suficiente. Pedimos a la UE que sea más decidida y valiente a la hora de garantizar un mayor papel de los entes locales y regionales que permita crear una verdadera forma de gobernanza multinivel. Nuestro futuro, que en gran medida es realmente un futuro común en muchos aspectos, depende de estas decisiones».

En sus recomendaciones, el Comité señala que los entes locales y regionales de la vecindad meridional resultan «clave» para el desarrollo sostenible, son socios potenciales en la programación, forman parte del «ecosistema de las pymes mediterráneas» y proporcionan educación y servicios básicos a una población joven. El Dictamen, que destaca que «casi el 50 % de la población de la vecindad meridional tiene menos de veinticinco años», celebra que el apoyo al emprendimiento juvenil ocupe una posición central en la agenda de la UE. También expresa el compromiso del CDR de promover el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, en términos de derechos y oportunidades, como medio esencial para promover la estabilidad regional y el desarrollo socioeconómico. El Dictamen hace hincapié en la necesidad de apoyar la agricultura en la región y propone que la UE busque desarrollar una estrategia conjunta para la seguridad y soberanía alimentarias en el Mediterráneo, promover «una transición agroecológica hacia prácticas que conserven los suelos y la biodiversidad agrícola» y poner en práctica sistemas alimentarios sostenibles desde la producción hasta el consumo. Un resultado de ello podría ser una etiqueta de «productos mediterráneos» o «dieta mediterránea».

El Dictamen también aboga por una colaboración más estrecha entre las ciudades y regiones de la región mediterránea y sus homólogas de la Unión Europea. El CDR reconoce y aplaude la decisión de la UE de aumentar la financiación destinada a las ciudades y regiones en su nuevo presupuesto, que se extiende de 2021 a 2027. No obstante, señala que el nuevo Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional debería dedicar más financiación a objetivos relacionados con el clima, en particular para apoyar iniciativas destinadas a proteger el mar Mediterráneo.

Las recomendaciones mencionan específicamente el trabajo del CDR con las ciudades libias como modelo que podría desarrollarse y utilizarse de forma más amplia. El CDR viene ayudando a las ciudades libias a encontrar socios en la UE desde 2016, un proceso en el que los primeros contactos y talleres de carácter técnico se han transformado en proyectos y asociaciones y, desde principios de 2021, en programas completos apoyados a través del presupuesto a largo plazo de la UE. A través de estas asociaciones, enmarcadas en la llamada Iniciativa de Nicosia , el CDR ayuda a las ciudades libias no solo a mejorar su prestación de servicios básicos —como la gestión de los residuos y el agua— y desarrollar su capacidad administrativa, sino también a llevar a cabo proyectos juveniles de consolidación de la paz y desarrollar el sector pesquero local.

La nueva estrategia de la UE se presentó en febrero de 2021, diez años después de la Primavera Árabe y veinticinco años después de que la UE empezase a profundizar su relación con sus vecinos meridionales más próximos a través del Proceso de Barcelona, que condujo a la creación de la Unión por el Mediterráneo en 2008. Posteriormente, el CDR estableció un foro político con entes locales y regionales de la vecindad meridional —la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM)— para proporcionar una perspectiva de los gobiernos locales en relación con la labor de la Unión por el Mediterráneo y la Unión Europea. En la actualidad, la ARLEM concede un premio anual a jóvenes emprendedores cuyas empresas se hayan beneficiado de la colaboración con las administraciones locales. Los tres primeros ganadores proceden de Libia, Argelia y Albania . El plazo de solicitudes para la edición actual aún está abierto.

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