El sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado tiene un volumen de negocios anual de 195 000 millones EUR, da empleo a más de dos millones de personas y cuenta con más de 220 600 empresas en la UE
Durante elpleno del 30 de noviembre, los miembros del Comité Europeo de las Regiones (CDR) aprobaron un Dictamen sobre la«Estrategia de la UE para la circularidad y sostenibilidad de los productos textiles», elaborado por el ponente (IT/PSE), presidente de la Provincia de Lucca. El CDR respalda que la recogida selectiva de los productos textiles sea obligatoria antes de enero de 2025, pero pide objetivos específicos para la prevención, la reutilización y el reciclado de los residuos textiles en la revisión de la Directiva marco sobre residuos prevista para 2024.El sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado duplicó su producción entre 2000 y 2015 hasta alcanzar el 10 % de las emisiones mundiales de carbono, es decir un volumen superior al de los vuelos internacionales y el transporte marítimo tomados en su conjunto.
El CDR ha presentado una serie de recomendaciones para acelerar la transición sostenible del sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado. Las propuestas de las ciudades y regiones de la UE se centran en cambiar los patrones de consumo, impulsar el diseño de la circularidad y el papel que desempeñan los entes locales en la transición del sector, valorar los residuos y apoyar modelos de producción sostenibles. El sector mantiene fuertes vínculos con las zonas locales y el patrimonio cultural, y constituye un importante motor de empleo y desarrollo en las regiones europeas.
Luca Menesini (IT/PSE), ponente del Dictamen, declaró: «Hasta ahora, el sistema del sector textil ha formado parte de una economía lineal, que mañana será circular. Con este Dictamen hemos puesto de relieve el potencial y las oportunidades que entraña una transición hacia un sistema circular del sector textil, pero, ante todo, el papel que pueden desempeñar los entes locales y regionales no solo en ámbitos que tradicionalmente nos competen, como la gestión local de residuos o la contratación pública ecológica, sino también en la promoción de nuevos modelos de consumo y utilización orientados a la sostenibilidad y la circularidad. A la hora de promover un mercado de productos duraderos y reciclables, el “diseño favorable a la circularidad” y la responsabilidad ampliada del productor desempeñarán un papel fundamental».
El CDR insta a la Comisión Europea a que adopte directrices en materia de asociaciones entre las empresas sociales y los agentes del mercado para impulsar la circularidad en el marco del plan de acción de la UE para la economía social recientemente aprobado, y a que ponga a disposición de todas las partes interesadas y los consumidores el pasaporte digital de producto, así como información sobre las condiciones laborales en el proceso de producción y sobre cómo reutilizar y reparar los productos.
Los miembros abogan firmemente por unas normas comunes de sostenibilidad en el sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado que incluyan garantías relativas a la durabilidad, reparabilidad, modularidad y reciclabilidad de los productos, así como a los materiales de origen sostenible y ético, los niveles de liberación de microplásticos y el contenido textil posconsumo.
Con el fin de fomentar la demanda de productos y servicios circulares en el mercado e impulsar los modelos de negocio circulares, el CDR pide incentivos normativos (por ejemplo, la reducción del IVA y la aplicación del principio de responsabilidad ampliada del productor) para apoyar el alquiler frente a la compra, las plataformas de uso compartido, la recogida y reventa y los comercios de segunda mano.
El CDR pide a la Comisión Europea que prepare una nueva legislación que prohíba eficazmente la introducción en el mercado de la UE de los productos fabricados mediante trabajo forzoso y trabajo infantil y de los que no cumplan los criterios y las normas de la UE en materia de medio ambiente, y aboga por la inclusión del sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado en la normativa sobre sostenibilidad de las empresas.
Los representantes locales y regionales piden que se adopten medidas adicionales en materia de tecnología y de I+D, con el fin de apoyar a los productores de materiales naturales y fomentar la creación, la ampliación y la interconexión de agrupaciones circulares de productos textiles y de impulsar la competitividad de los centros de producción europeos de tradición centenaria —constituidos en su mayoría por pymes y empresas familiares—, que se ven cada vez más perjudicados por la reducción de los costes de producción en terceros países.
Los miembros proponen una financiación específica para la industria del reciclado textil con el fin de desarrollar un sector autónomo y rentable que pueda transformar las economías locales y mitigar las repercusiones sociales con la creación de nuevas oportunidades laborales.
Según los datos disponibles, las mujeres representan la mayor parte de la mano de obra poco remunerada y no cualificada del sector de los productos textiles, las prendas de vestir, el cuero y el calzado, razón por la cual el CDR pide que se adopten medidas en materia de reciclaje y perfeccionamiento profesional, también para aumentar el acceso de las mujeres a puestos superiores. A fin de completar el Pacto Europeo por las Capacidades, el CDR anima a que se establezca una asociación específica en materia de capacidades a gran escala para el ecosistema textil.
Los miembros respaldan la iniciativa de la UE relativa al empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica, que se traduce en normas de la UE sobre la durabilidad y reparabilidad de los productos. Sin embargo, los miembros piden a la Comisión Europea que establezca criterios mínimos para todos los tipos de declaraciones medioambientales en el contexto de la iniciativa sobre declaraciones ecológicas.
Contexto
El impacto de la producción y de los residuos textiles en el medio ambiente (infografías del Parlamento Europeo).
Según datos de 2019, el sector tuvo un volumen de negocios anual de 195 000 millones EUR, dio trabajo a más de dos millones de personas y contó con más de 220 600 empresas (de las que el 99 % eran pymes). Con un fuerte vínculo al territorio y patrimonio cultural, supone un importante motor de empleo y desarrollo en las regiones.
El desarrollo de la hoja de ruta para la doble transición ecológica y digital de todo el ecosistema textil se ha iniciado como parte de la Estrategia industrial europea, que lleva a la práctica los compromisos contraídos en el marco del Pacto Verde Europeo, así como el nuevo plan de acción para la Economía Circular y la Estrategia Industrial Europea.
El Pacto Verde se hace local es la iniciativa emblemática del CDR para situar a las ciudades y regiones en el centro de la transición de la UE hacia la neutralidad climática.
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