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Europa debe invertir en la educación para impedir la fuga de cerebros en todas sus regiones  

El Comité Europeo de las Regiones subraya que el objetivo fundamental de la agenda renovada de la UE para la educación debe consistir en garantizar la igualdad de oportunidades para todos los europeos y afrontar la inadecuación de las capacidades sin poner en peligro la existencia de diferentes disciplinas. La asamblea de la UE de las ciudades y regiones aprobó el jueves 30 de noviembre su posición sobre las recientes iniciativas de la Comisión Europea en materia de educación.

En un dictamen elaborado por Csaba Borboly (RO/PPE), presidente del Consejo Regional de Harghita, el Comité hace hincapié en que el acceso a las oportunidades educativas no debe depender de la renta familiar, el origen o la lengua materna del alumno. Para afrontar el problema de la fuga de cerebros tanto dentro de las regiones de Europa como entre ellas, deberían concederse ayudas específicas a los proyectos y operaciones destinados a desarrollar programas de formación e infraestructuras de educación y enseñanza superior en las regiones menos desarrolladas, que se enfrentan a menudo a una espiral demográfica y educativa negativa.

«A este respecto, convendría estudiar la posibilidad de intensificar el apoyo del Banco Europeo de Inversiones y de los fondos europeos a las iniciativas regionales de desarrollo de la educación», señaló el ponente, Sr. Borboly.

El dictamen advierte que orientar en mayor medida la financiación de los centros de enseñanza superior en función de los resultados y supeditar los sistemas de enseñanza superior, formación y enseñanza pública a los requisitos de eficiencia, competitividad directa y empleabilidad rápida podría poner en peligro la existencia de disciplinas y capacidades cuya desaparición «supondría un perjuicio cultural, comunitario y económico considerable», que afectaría, en particular, a las comunidades minoritarias. En su lugar, propone abordar la inadecuación entre las capacidades y las necesidades del mercado de trabajo mediante cursos de formación orientados a las necesidades y una mayor flexibilidad en la enseñanza superior.

«Los estudiantes deben poder elegir libremente asignaturas en varias universidades y asistir a formaciones breves impartidas por organizaciones y cámaras profesionales, con la participación y consulta de todas las partes interesadas pertinentes, incluidos los empleadores locales. Una formación de este tipo debería ser reconocida, al menos parcialmente, como equivalente a los cursos universitarios», explicó el Sr. Borboly.

El Comité también pide medidas y recursos adicionales para la internacionalización de los sistemas educativos y de formación profesional y advierte de las consecuencias de la retirada del Reino Unido de la UE, que podría generar incertidumbre en torno al reconocimiento y la equivalencia de las cualificaciones y diplomas, y socavar la excelente cooperación con las instituciones de enseñanza superior y los centros de I+D. «Estos daños colaterales deben minimizarse en la medida de lo posible, siempre y cuando se respete el principio de reciprocidad», destacó el Sr. Borboly.

Por otra parte, en el dictamen se señala que se ha de proceder con mayor rapidez a la identificación y el reconocimiento de las capacidades, competencias y cualificaciones de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, fundamentalmente para facilitar su integración educativa y su participación en el mercado de trabajo.

Contacto:

Lauri Ouvinen

Tel. +32 22822063

lauri.ouvinen@cor.europa.eu

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