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Puertos de tamaño mediano de la UE: de zonas industriales en declive a polos urbanos sostenibles  

Desde el punto de vista de la economía y la sociedad europeas, resulta esencial aumentar la eficiencia y la competitividad de los puertos marítimos y fluviales, mejorar el funcionamiento de las ciudades portuarias y revitalizar las zonas portuarias. No obstante, la actividad de los puertos pequeños y medianos está disminuyendo y las zonas urbanas adyacentes se están deteriorando como consecuencia de la concentración geográfica. Los dirigentes locales de la UE han estado estudiando la manera de regenerar las zonas portuarias, centrándose en la gobernanza, la necesidad de atraer inversiones y el desarrollo urbano sostenible.

 

El 8 de febrero, el Comité Europeo de las Regiones –asamblea de la UE de los entes regionales y locales– aprobó un dictamen sobre la regeneración de las ciudades y zonas portuarias , elaborado por Stanisław Szwabski (PL/AE) , concejal del Ayuntamiento de Gdynia.

De los 329 puertos situados en territorio europeo, 104 se consideran puertos principales en el marco de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). Estos últimos, que constituyen las principales vías de acceso al Espacio Económico Europeo, revisten una importancia fundamental para el objetivo de mantener y mejorar la competitividad de la economía de la UE.

 

A pesar del aumento del transporte marítimo en general, la creciente concentración de las operaciones portuarias está obrando en detrimento de numerosas ciudades portuarias europeas, que ahora se ven amenazadas por el declive económico y urbano. En este contexto, el Comité acoge favorablemente la diversificación de los puertos que antes se encontraban en estado de deterioro para atraer nuevas actividades económicas y generar efectos indirectos positivos a nivel local.

Un clima de inversión estable y una financiación europea continua de las iniciativas y los proyectos innovadores son determinantes para abrir nuevas perspectivas para las zonas portuarias. El Comité pide, por tanto, que se intensifique el apoyo a las iniciativas ascendentes de investigación e innovación al objeto de mejorar las relaciones puerto-ciudad y la capacidad de innovación del sector. También es necesario respaldar en mayor medida la regeneración de las ciudades y las zonas portuarias, en particular, en el marco de la política de cohesión de la UE y otras políticas sectoriales que impulsarían el desarrollo económico, social y territorial de la UE.

« El “éxito de Gdynia” –como se dio en llamar la reconversión del astillero– es un buen ejemplo que demuestra el potencial de crecimiento y la complejidad de la reactivación de las zonas portuarias en Europa », señaló el ponente, recordando que, « Cuando Polonia se adhirió a la Unión, las subvenciones públicas pasaron a ser consideradas “ayudas estatales ilegales” y tuvo que realizarse un enorme esfuerzo para que el astillero fuera rentable, en particular, mediante su privatización. No dio resultado y, después de 2009, diferentes partes del astillero de Gdynia fueron adquiridas por nuevos propietarios y toda el área pasó a formar parte de la Zona Económica Especial de Pomerania. El Puerto Báltico de Nuevas Tecnologías se estableció posteriormente. Se modernizaron la infraestructura de carreteras y las redes (energía, agua, saneamiento, etc.) y se crearon nuevos espacios compartidos para que las empresas pudieran cooperar y comerciar de manera fructífera. Ahora las empresas se benefician de la ayuda organizativa del consejo de administración de la Zona Económica Especial de Pomerania, así como de acceso a las infraestructuras y ventajas fiscales. El empleo y la producción han aumentado rápidamente, y se han creado lazos de cooperación de manera espontánea, lo que ha dado lugar a una oferta de mercado atractiva en términos de producción «offshore», instalaciones de energía eólica, actividades de construcción naval, construcciones de acero, etc. Empresas de distintos tamaños, pero sobre todo pequeñas y medianas, están poniendo en común su potencial, creando sinergias, aumentando su productividad y reduciendo sus costes; en resumidas cuentas, haciendo gala de sentido común económico ».

En cuanto a la próxima generación de políticas portuarias de la UE, los dirigentes locales piden a la Comisión Europea que tenga más en cuenta el punto de vista de las distintas partes interesadas en la economía marítima y de los entes locales y regionales, y que adopte enfoques diversificados, adaptados a las necesidades específicas de los diferentes tipos de puertos.

 

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